Tengo 76 retornos en esta rueda y siempre he mantenido la alianza con la muerte en contra de la vida. No he tenido compasión de mi corazón; tampoco del corazón de Dios y de mi prójimo. El arco de la alianza de la muerte he extendido por encima de la vida y he ensuciado el PAN DE LA VIDA Y LAS AGUAS DE LA VIDA.
He sido omosexual en los siglos que ya fueron, y por Darma o por Karma, en este retorno 13 me han enviado mujer sufrida, y por cuanto en el retorno 42 quise ser eunuco para no dar hijos a mi esposa, hoy vine como soltera o abandonada, sin hijos, y por cuanto en el retorno 59 fui omosexual sodomita o salida de Mara, del mar de ica, he continuado hasta hoy en el bregar de los ir y venir que el cielo ha puesto en mis manos y que así he aceptado en el nirvana de las almas que retornan nuevamente a la rueda.
He tornado el arco y la flecha para defender el mal. El mal permanece sobre mi cabeza. Mi rostro lo demuestra. El sufrimiento de los siglos marca las líneas de mi cara y la vejez en mi cabeza lo demuestran mis canas. Soy hombre y mujer en la revoltura de los retornos que ya fueron sobre mí. He irrespetado a Dios durante los siglos pasados y sabiendo su LEY me he burlado de ella, sin acatarla.
En 6 retornos de esta rueda me he encontrado con Dios con cuerpo físico cara a cara y no le he reconocido, y estando con ÉL, he dudado si es este o no, a sabiendas de que Abraham, a saber, Zeus Induseus, hombre del cielo y del abismo, cuando Dios llego a su puerta lo conoció fácilmente a pesar de que este llego con cuerpo físico de carne y de hueso y que siendo yo su criada en aquellos días ayude a tomar el cordero más gordo de la manada para sacrificarlo en sacrificio vivo, sakro y agradable a Dios, a ese Jehová que visitó a Abraham y a Sara, para anunciarle a Sara en su esterilidad, el nacisierto de Isaac.
Así y en esta rueda, 6 veces he visto a Dios y no le he reconocido y aun la 7a. tampoco le he estado reconociendo. Y he hecho alianza con la muerte y he vuelto a tomar el arco de la alianza con Ecate y con Rea, tomando los residuos infernales de las frutas celestiales, haciendo el arco de la alianza y de la muerte encima de la vida y ensuciando el agua, el agua de Dios, el agua de mi Dios, el líquido de mi Dios, el agua miel, el hidromiel semen sagrado y eterno de la vida donde vive EL, donde vive Dios, donde esta Dios; y sobre ese sagrado líkido genétiko y etervio y en ese sagrado líkido genétiko y etervio e echado el ano para reafirmar así la alianza de los que están destruyendo al planeta en esta Tierra, con el ano, en ese ano inmundo donde depositan el AGUA DE DIOS que es el semen etervio y sagrado de la vida.
¡AY Señor! que en este retorno, al caminar por la tierra en estos días que me restan, pueda mirar a diestra y a siniestra donde esta Dios que no le he hallado; paréceme haberlo hallado pero he dudado si este es o de pronto no; he dudado si este es Dios.
No creía, no sospechaba que este que me dicen que representa a Dios en el planeta, arriase a los hombres y a las mujeres a gritos y regaños cual arriero con sus mulas, cual gañán con sus bueyes, cual hombre embriagado en sus cantinas gritando sus falacias y mentiras.
¡AY, Señor! No sé dónde está Dios porque no sabía que Dios también toma cuerpo de carne, de hueso y sangre, a pesar de que mis padres, mis abuelos, los curas y pastores, sacerdotes, maestros y enseñadores de las religiones de la Tierra, ya me habían enseñado que el cuerpo de los hombres y mujeres es el templo de Dios, o wodisatva de Dios que es lo mismo y alguien me dijo que había un cuerpo más grande donde estaba Dios y yo esperaba un gigante y encontré un hombre en miniatura. No un enano porque este no es omosexual para ser en ano como hacen los que vienen de Mara, del mar de ica, de sodoma, de regar la energía de la vida en el ano y que se han vuelto pequeños, tan pequeños como la altura del infierno y por eso se llaman enanos.
He encontrado un hombre pequeño, demasiado pequeño !AY! tan pequeño que se pierde entre los pequeños hombres de la tierra; come y bebe como todos, despierta y duerme, duerme y despierta, viene y va, es de la luz y de las tinieblas, enseña y aprende, descansa y se cansa, es débil y valiente, es sabio o ignorante, no lo sé, pero dudo si este es o no es.
¡AY, Señor! enséñame a entender que de pronto en el hombre más pequeño, más ignorante y más torpe, tal vez el más grosero, el que trata más mal a las gentes, de pronto este sea Dios. El que insulta y reclama, el que pide a gritos; el que no tiene la doble cara de la hipocresía o de la diplomacia, que no engaña con falacias de dulzura a los idiotas, que les dice la verdad aunque les duela, que los llama a cuentas en cualquier momento, qué importa la mañana, el medio día o la tarde, el principio de la noche, la media noche o el amanecer, la boca del descanso o del ajujio, la hora del reposo o la comida.
¡AY, Señor! Yo no sabía que Dios aparentaba tanto desorden. Enséñame a encontrar a Dios que está en todas partes. No sé si aquí estará, se escapa de mis manos; ¿y yo me escaparé de Él? Es posible que Él se escape de mis manos mas no garantizo si me escape de Él.
Ayúdame Señor, y los que me rodean, todos los que me ven aconséjenme; ya que respeté a los doctores de mentiras a los cultos de la incultura, a los sabios sin sabiduría, a los henchidos de ignorancia, a los envenenados de entelequia. Allá donde se restan los entes de los hombres, allá en los restaurentes que son los restaurantes, donde se comen los cadáveres, donde Ecate, las muelas, destruyen la vida, no aprendí la educación que el sielo entregase a los hombres y si obré educadamente ante los mensajeros del infierno, que cual cerdo en su tacha, se alimentan de la miasma de los muertos y toman las bebidas infernales del abismo; licores con los cuales alimenté los demonios que me han hecho desconocer a Dios.
¡AY, Señor! Haz que estos corazones: el mío, el de mi nónada porque ahora no soy nada, y éste tan pequeño, el de mi Dios, se encuentren, y éste que es el corazón de mi alma se encuentre con el corazón de Dios y así dentro de mi haya LAS BODAS DEL CORDERO después de que LAS AGUAS SAGRADAS DE LA VIDA, que he ensuciado desde los siglos que ya fueron, sean limpias y se conviertan, no en las aguas de la muerte que ensucié con este arco que cargo sobre el corazón de mi alma y de Dios, y esta AGUA salte limpia y viva para VIDA ETERNA, y este corazón que es el sagrado corazón de mi alma y el sagrado corazón de Dios, que es el mismo Sagrado Corazón de Jesús que dicen los enemigos de Dios; que es el sagrado corazón de Krestos o de Krestos Kelium, ojala sea así; este corazón se una con el de mi alma y rompa este arco, cuando estos corazones sangren y este arco de alianza demoniaco sea roto en el pozo de la muerte, y de este pozo, que se torne en vida, se levante la vida para siempre.
AOM OM SEA.
V.M Kelium Zeus Induseus